A tan solo 36 kilómetros de la ciudad de Sevilla se encuentra el municipio de Aznalcóllar, una localidad de tradición minera, con más de seis mil habitantes, cuyos yacimientos metálicos se han explotado desde la antigüedad.
El complejo minero de Aznalcóllar, de casi 950 hectáreas de superficie, se sitúa en el extremo este de la FPI, por lo que posee reservas y recursos probables de aproximadamente 80 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos (cobre, plomo y zinc, además de oro y plata). Las dos cortas que lo conforman, Aznalcóllar y Los Frailes, fueron explotadas parcialmente mediante métodos de minado superficial entre 1975 y 2001, año en que se produjo su cierre.
Con el fin de impulsar la actividad minera en la región, y aprovechar el potencial de los recursos existentes en beneficio de la ciudadanía, la Junta de Andalucía, a principios de 2014, lanzó un concurso público internacional para la reapertura de la mina. Además de la mejor viabilidad técnica, las propuestas debían cumplir con parámetros de máxima seguridad, así como sostenibilidad económica, social y medioambiental. Y fue el consorcio Grupo México-Minorbis quien resultó adjudicatario de los derechos mineros para la exploración y explotación del complejo de Aznalcóllar.